miércoles, 13 de agosto de 2008
Michael Phelps
Hay deportistas que se hacen grandes por sus rivales, todo el mundo recuerda Bjorn y McEnroe, a Bird y Magic, Real Madrid y Barça.
Michael Phelps no ha podido encontrar a su rival, Ian Thorpe se había retirado poco antes de su irrupción, y ningún otro atleta tomo su lugar. Phelps podía haberse conformado con ser el mayor nadador de su época, imbatible en sus pruebas favoritas, mariposa y estilo libre.
Pero Michael Phelps, no solo es un nadador de otro planeta, también es un deportista de otro planeta y no podía vivir sin un reto, y su reto ha sido el mayor jamás imaginado, las siete medallas de Mark Spitz, otro extraterrestre acuático como él, que puso la meta más alta para un nadador, una meta en forma de siete medallas de dorado metal.
Cinco lleva hoy Phelps, tres su objetivo, la diferencia entre igualarse así mismo con seis, igualar el mito con siete, o ser el mejor de todos los tiempos.
Phelps no tiene un rival en la piscina, los tiene a todos, porque el que le venza, aunque solo sea una vez, también sera leyenda.
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