Si ves simplemente el resultado del partido no puedes imaginarte lo que realmente ha ocurrido esta mañana (noche) en Pekín. 10 puntos de ventaja, un resultado cómodo ¿o no?
No, España ha tenido ya la pájara del torneo, en el segundo partido, y lo ha resuelto a lo campeón, como si solo hicieran falta los diez últimos minutos, como si la prorroga fuera un espectáculo cara a la galería, para agradecer a la afición que cuando perdían de catorce siguiera teniendo fe.
Hace dos días dije que España ya no tenia Gasol dependencia, y seguramente me equivoco, porque sigo pensando que el que esta enganchado a España es Pau, Pau es el que quiere ganar siempre, el que quiere ser el líder de la generación más prometedora del basket español ¿o no?
O no, porque hay un jugador que se ha saltado su generación y que se ha colado en los minutos decisivos de los partidos, un jugador que me recuerda a un grande del baloncesto, a Chicho Terremoto, más por parecido físico que por juego, ahí le gana Chicho por goleada, pero que le esta quitando minutos a todo un José Manuel Calderón, ha sobrepasado al base más talentoso de España, Raúl López y que se ha jugado la ultima canasta del partido, con empate, como si fuera la opción más lógica para todos.
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