Creías que eras fuerte, el más fuerte, creías que podías dominar a las bestias, tu eras el hombre, el hombre blanco, fuerte. Creías que podías dar caza, atrapar lo que fuera. Y lo hiciste.
Cazar a la araña fue fácil, dormirla, encerrarla, ocupar su lugar. Querías ser el héroe, querías sentir lo que la araña sentía, pero tu nunca lo entendiste. Nunca fue la fuerza, nunca se trato de golpear, ese era tu mundo, tu mundo de violencia, tu mundo de dolor. Quisiste ser la araña, pero no fuiste el hombre.
No pudiste retener al hombre, muerto en vida dentro de un ataúd, no pudiste tomar el lugar del héroe, el hombre escapo, escapo por ella, por su amor, por su anhelo, algo mucho más fuerte que cualquier tumba, más fuerte que cualquier demonio. Y el héroe te detuvo, te venció sin odio, sin el odio que movía tu mundo.
En el momento en que lo comprendiste, en el momento en que te diste cuenta de que nunca tendrías esa clase de fuerza, dejaste de ser el cazador y te convertiste en presa de tu propia leyenda.
Aquí yace Kraven, el cazador.
La última cacería de Kraven es un cómic Marvel de 1987. Con guión de J.M. DeMatteis y dibujo de Mike Zeck.
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