Andy es libre, desde el momento en que entra en la carcel, hasta el momento en el que sale. Andy es único, el único hombre inocente, el único hombre libre.
La cárcel, los barrotes, los muros, el patio, los guardias, el alcaide, las hermanas, los compañeros, todos intentaran cambiar a Andy, todos intentaran que acepte los muros, las rejas. Llevarle a su mundo, unos consciente y otros inconscientemente intentaran influirle para que acepte su situación, para que comparta sus circunstancias.
Necesitan que la libertad, que la esperanza que ven en Andy desaparezca, porque les recuerda continuamente que ellos no son tan fuertes, que ellos no tienen esperanza, que ellos ya no recuerdan como es ser libre.
Hay una frase que resume todo el espíritu del relato magnifico que escribió Stephen King: "Andy se arrastró hacia la libertad a través de quinientas yardas de residuos mal olientes que no puedo imaginar. O quizás no quiera imaginarlo. Quinientas yardas. Es la longitud de cinco campos de fútbol, casi media milla, Andy Dufresne se arrastró por un río de mierda y salió limpio del otro lado..."
Andy no solo escapo de la prisión, si no que sembró la semilla de la esperanza en el corazón de todos los que le conocieron de verdad, y les dejo un simbolo, una biblioteca donde formarse, una meta que conseguir, la libertad, y les dio un ejemplo, el ejemplo de un hombre que no se rindió, les recordó lo que es ser libre, lo que es ser tu mismo.
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