Esperaba un duelo interpretativo entre Crowe y Bale. Dos personajes antagónicos, el bueno y el malo, enfrentados en una carrera contra el tiempo, disparándose, pegándose, persiguiéndose a caballo. Sin embargo me encontré con dos personajes que se complementaban perfectamente, un malo algo edulcorado, ansioso de afecto, de amistad. Un hombre para el que toda su vida ha sido una lucha, matar o morir, para el que ser el que disparar antes era una necesidad vital, para él que matar era casi una obligación.
Y un bueno que no quiere serlo, un hombre practico, un hombre que tiene las prioridades tan claras, que a veces parece cobarde cuando esta siendo el más valiente. Para él lo primero es su familia, protegerles y alimentarles, poniéndolos antes que su orgullo o su valor.
El encuentro de los dos personajes, hace que ambos se replaneen sus vidas, Wade (Crowe) ve en ese ranchero pobre y anónimo de las áridas llanuras de Arizona el hombre que él pudo ser, envidia la vida que lleva, aunque se la eche en cara durante toda la película, envidia su forma de vivir, su familia, todo lo que a él le negó el camino que decidió tomar.
Dan (Bale) envidia la confianza de Wade, la manera en que coge lo que quiere, su libertad y su determinación. Dan, tullido durante la guerra, ve en Wade el hombre que lo tiene todo, sabiendo que él podría ser igual, si no hubiera aceptado las responsabilidades del rancho y de la familia.
Los dos recorrerán el mismo camino desde extremos opuestos, acercándose y forjando un silencioso pacto de respeto y admiración mutuas. Al final del viaje ambos serán diferentes.
El tren de las 3:10 a Yuma
Título original: 3:10 to Yuma
Título original: 3:10 to Yuma
Director: James Mangold
Actores: Luce Rains, Gretchen Mol, Chris Browning, Russell Crowe, Christian Bale
Duración: 1 hora 57 minutos
Fecha de estreno: 05/09/2008
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