Lo mejor de los números es que son exactos, cuantifican lo que queramos, no tienen dobleces, no puedes modificarlos a tu antojo, uno puede fiarse de los números, cuando pasen treinta y tres horas, dos mil treinta y nueve minutos y ciento veintidós mil trescientos noventa y nueve segundos Perdidos habrá terminado.
Por delante quedan dos años, dos temporadas en las que preguntar se terminara, en las que tendremos respuestas por fin, respuestas que no abrirán nuevos interrogantes, no más ¿por qué?, no más ¿como?
Llegara el momento en el que descubriremos si hemos sido engañados, si todo era parte de un elaboradisimo guión o de una malvada imaginación que estuvo cuatro años acumulando misterios, para luego simplemente, resolverlos torpemente. Sabremos porque hay osos polares en una isla del pacifico, porque la gente se cura en la isla, que les ocurre a los niños, quienes son los otros y porque llegaron a la isla, o puede que no sepamos nada.
Al menos sabemos que los números nunca mienten... todos menos estos :4, 8, 15, 16, 23, 42.
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