United States of Tara.

¿Es posible que una serie sin ninguna trama tenga éxito? United States of Tara demuestra que si. Tara Gregson es una ama de casa tradicional, que tiene un pequeño negocio artístico, como pintora y decoradora. Feliz con su marido, un paisajista, divertido y enamorado y sus dos hijos, Kate la adolescente rebelde y precoz y Marshall, cinéfilo empedernido, tímido y siempre encorbatado.



Pero detrás de la fachada de perfección se oculta algo completamente diferente. Tara sufre el síndrome de personalidad múltiple, tras años de tratamiento y efectos secundarios, de somnolencia y olvido, Tara decide dejar la medicación, lo que provoca el resurgimiento de sus otras personalidades.

Alice, la perfecta ama de casa de los 50, T, una adolescente barrio bajera y ligera de cascos y Buck, un camionero, borracho y pendenciero. El día a día de Tara y sus miserias harán que sus alter egos surjan a su alrededor, tomando el mando cuando la situación supera a la pobre Tara o simplemente cuando la sorprenden y le roban el protagonismo.

Porque más allá de las mínimas y casi inexistente tramas horizontales, que se limitan a una sucesión de vivencias cotidianas, United States of Tara nos cuenta la historia de una mujer que lucha por ser dueña de su propia vida, de una familia que se vuelca con las "excentricidades" de la madre y sufre a sus personalidades extremas, pero olvida a la autentica. Personas que buscan encajar su vida, aunque esa vida se empeñe en girar como una peonza descontrolada.



El personaje de Tara es excepcional, Tony Colette, camaleonica y perfecta se convierte en Tara, en T, en Alice e incluso en Buck haciéndolos creíbles, reales, pero sobretodo individuales. Y por otro lado el personaje que más me ha gustado, Marshall, el hijo serio y comprensivo, que quiere a su madre por encima de todo y la ayuda y protege como puede. Aunque realmente todo el reparto tiene un nivel muy alto.