martes, 24 de marzo de 2009

Numero 1


Tuvo Rafa Nadal un partido fácil el domingo. Un partido de los que no quedan para la historia. Un título más, contra el viento, contra un rival de primer nivel, pero fácil.

Fácil para todos menos para Rafa, porque Rafa no entiende de facilidades, ni de reposos, ni de partidos sencillos. La imagen del partido se quedo en mi retina con el 4 a 2, en el segundo set. Rafa tenia el partido en su mano, en la palma y solo tenia que cerrarla. El último descanso antes de terminar el tramite de dos juegos, intrascendentes, pero Rafa se levanto el primero, se lanzo a la pista y ya botaba en el centro cuando Murray reunió las fuerzas para tan siquiera levantarse.

Rafa solo sabe de ganar, de dejarse la piel en la pista y de hacer lo imposible, fácil.

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