36 goles, 2 años, una meta

Quini, 3 goles, Cesar Rodríguez, 10 goles, Alfredo Di Stefano, 11 goles, Hugo Sanchez, 16 goles y por ultimo Telmo Zarra, con 35 goles más que Raúl.

Raúl tiene contrato por dos año, hasta 2010. sin contar esta temporada suponen 18 goles por temporada. Es la ultima meta que le queda a Raúl, más allá de títulos colectivos o del sueño de llegar al mundial. Seguramente el capitán, leal y sacrificado lo cambiaria por levantar un trofeo y sacar el capote al Bernabeu una vez más.

Raúl era el joven superdotado, el Ferrari, el que superaba todos los records, el que tiraba los penaltys decisivos, aunque los fallara, cuanto mal le hizo ese penalty. El que tiraba del carro, al que siempre se le pedia más, defensa, lucha, garra, goles... condiciones que recuerdan a Don Alfredo, siempre Don Alfredo, aquel en que se fijaban los niños del Madrid, hoy los abuelos.

Raúl acabo reducido al oportunismo de marcar goles, de estar siempre en el lugar correcto, en el momento justo, para recoger el rebote, para empujar el pase. El poder de ser invisible ante las defensas.

Eso es Raúl, porque ya nadie le ve correr, abrir defensas llevarse centrales del camino de sus compañeros y luego desaparecer del radar. Nadie le ve correr detras del balón, para salvarlo y recuperarlo. Nadie le recuerda gritando y animando a sus compañeros. Mandando callar al Camp Nou, o tumbando defensas en finales de Europa, del Mundo.

Ha tenido que convertirse en el máximo goleador del Madrid, para que le echemos un vistazo a su pasado y le volvamos a ver tal cuál es, tal cuál ha sido siempre.

Dos años, treinta y seis goles... Un Ferrari.