lunes, 24 de mayo de 2010
Recuerdos Perdidos.
Se hace duro el lunes, por las horas de sueño extraviadas entre los nervios nocturnos y las expectativas de madrugada. Se hace duro escribir sobre el final de una serie que ha sido parte importante de mi vida durante los últimos seis años, aunque siendo sinceros fueron poco más de cinco. Se hace duro pensar que en unos meses se empezaran a perder las conversaciones encendidas, las teorías descabelladas, los post interminables diseccionando una sombra en la pared, un reflejo en el espejo que podía contener la clave que resolviera todos los misterios.
Recuerdo las tardes de domingo con carreras al ordenador para grabar el ultimo capítulo descargado por mi emule, mientras mi novia esperaba para ver juntos el siguiente y el siguiente, en un maratón a contrarreloj para devorar las dos primeras temporadas, cuando todo era nuevo y sorprendente y los misterios se sucedían, los monstruos exisistían para teñir de la jungla con su humo negro.
Recuerdo los jueves de la tercera temporada recomponiendo los trozos de mi corazón roto, viendo los capítulos solo y empezando de nuevo. Recuerdo como antes de que llegara el final de temporada nuestra tristeza se había convertido en mi alegría, y como de todo ese año lo más triste fue el sacrificio de Charlie y pensar que no volvería verle más.
Recuerdo que la cuarta temporada fue convulsa, como el año, interrumpida por la huelga de guionistas, más corta de lo que debería ser, interrumpida e intermitente como mis recuerdos de ese año, felices uno, terribles otros, esperanzadores, de nuevos amores y reencuentros, de nuevos amigos, otra vez veía la serie acompañado, solo, acompañado. No recuerdo muy bien esa temporada, el amor es lo que tiene, aunque si el mejor capítulo que contiene "La Constante" con un Desmond magnifico descubriéndonos misterios de la isla y el tiempo.
Recuerdo la quinta temporada, el regreso, la fe inquebrantable de John Locke, la decadencia de Jack, la vida que podrías vivir y la que debes vivir, un gran poder conlleva una gran responsabilidad, los saltos en el tiempo, tu vida cruzada por tu yo futuro o pasado que te encamina hacia lo que serás, a lo que vendrá, adelante y atrás en el tiempo, en la vida, recuperando lo perdido y volviéndolo a extraviar, cayendo en viejos errores y cometiendo otros nuevos.
Y nunca olvidare la ultima, la sexta, el final, a Dark Locke, al líder Jack, la conciencia y la inocencia de Hugo, la sonrisa de Kate, la camisa abierta de Sawyer, la victoria de Sayid sobre su lado oscuro, la invulnerabilidad de Lapidus, el amor de Jin y Sun, la redención de Ben, los aviones, las playas, los acantilados, la luz, el destino inevitable, el libre albedrío, el regreso de los seres queridos y perdidos, el remedio contra mi aburrimiento, contra los largos días de desempleo y búsqueda de trabajo.
Hoy he madrugado por primera y ultima vez para ver un capítulo de Perdidos, craso error visto la mala calidad de la emisión, aunque no ha restado un ápice de emotividad al final, no he ahorrado ni una lagrima para futuras tristezas, no he dejado de sufrir porque la gente fuera ficticia, no he dejado de admirar su nobleza, su sacrificio, sus penas y sus alegrías.
Hoy estoy tan triste que soy muy feliz.
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2 comentarios:
Gran resumen de no una menos gran serie. Me apunto a la nostalgia y a la tristeza.
Te has adelantado, iba a modificar la entrada para decir que sin tus reseñas tampoco habría sido lo mismo, la del capítulo de Hugo y la furgoneta la recordare siempre ;)
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