La rebelión de los secundarios

Muchas veces no te das cuenta, eres el protagonista de una serie y supuestamente los guiones deben centrarse en tus vivencias, aunque sea de una manera horizontal y solapada, que encaje a lo largo de toda la temporada.

Sin embargo ellos están allí esperando su oportunidad, encandilando a los espectadores con un atrevimiento que les falta a los protagonistas. Al fin y al cabo ellos son prescindibles y tu, no. En "Como conocí a vuestra madre..." Barney Stinson eclipsa en cada episodio al enamoradizo y encantador Ted, con su carisma caradura e inmoral. Barney es el tipo exitoso, con un buen trabajo, que cada noche engatusa a una chica diferente, y que cada mañana la abandona para seguir a lo suyo. En la tercera temporada deja de importarnos que Ted aún no haya encontrado a la madre de sus hijos. Lo único que queremos es saber si finalmente Barney se reforma y acaba liado con Robin, la preciosa presentadora, ex-novia de Ted.


Lo mismo ocurre, y en mayor medida, en Big Bang Theory donde el, origalmente, secundario Sheldon Cooper les ha robado el protagonismo absoluto de la serie a la pareja friki-actriz de Leonarad y Penny. Si la primera temporada se centraba en su relación sentimental, viendo como el físico teorico, aficionado a los cómics y los videojuegos se acercaba a la enrrollada y guapisima aspirante a actriz. Saber si al final la pareja tomará forma es ahora algo residual, una trama que reaparece en el guión cada cierto tiempo, pero ahora la historia se centra en Sheldon y sus relaciones personales, en los avances de un autentico extraterrestre para incorporarse a un mundo que no entiende y que para ser sinceros le importa bastante poco.


Aunque pensandolo bien, es lo que ocurre en muchas series y películas, donde los roba-planos son los verdaderos motores del exito. Tortuga, Hurley, Kenneth, Spike, el gitano en Snatch, todos ellos personajes secundarios que todos recordamos y que identificamos incluso más rapidamente que a los propios protagonistas.