
Todo el embrollo legal, por el que Marvel pretende conseguir que los mutantes sean reconocidos como no-humanos, es el resultado de las tasas impuestas a los juguetes en Estados Unidos, las muñecas importadas pagan un arancel del 12% para cruzar las aduanas norteamericanas y los juguetes apenas un poco más de la mitad. La diferencia legal entre muñecos y juguetes es que los primeros se definen como "representaciones humanas", de ahí la lucha legal.
Pero todos lo sabemos, empiezas diciendo que los mutantes no son humanos y acabas construyendo Centinelas. Magneto tenía razón.

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